Dar clases para enseñar a hacer amigurumis es un placer. No sólo porque sea algo que me gusta (los amigurumis) si no porque enseñar a gente que disfruta aprendiendo es fantástico y resulta muy gratificante. Comencé
a dar clases de amigurumi en el mes de febrero, en HAIKU y este pasado fin de
semana tuvimos un taller de lo más divertido.
El
viernes hicimos un taller de iniciación, para el nivel 0 de ganchillo. Pero
como fuimos avanzando rapidito con el anillo mágico y el punto bajo,
conseguimos hacer una bolita con ojos la mar de simpática.
El sábado
por la mañana propuse un proyecto fácil y divertido, que serviría para poner en
práctica el nivel básico y hacer nuestro primer amigurumi: un buho
divertido y algo hippy. Realmente fue un placer ayudar a las chicas con su buho. Cada uno de
ellos reflejaba su propia personalidad. Y eso es genial porque “amigurumi”
significa en japonés muñeco de peluche con alma.
Más allá de su uso como figurita decorativa o juguete, el objetivo que persiguen los amigurumis es alimentar el espíritu de niño que todos llevamos dentro. Según la tradición cada amigurumi posee un "alma" que lo convierte en el compañero y confidente de por vida de su dueño, proporcionándole protección y consuelo en los momentos de estrés y tristeza.
Próximamente, aunque supongo que también seguiremos con las
clases nivel 0, haremos talleres de amigurumis nivel avanzado. Para aprender
truquitos, hacer muñecos más complejos, aprender a leer y a anotar nuestros
propios patrones, etc. Informaros en la página de HAIKU y, si estáis decididos
a aprender y pasar un rato divertido, apuntaros a la próxima!!!!
En HAIKU encontraréis, además de maravillosos objetos, libros, muñecos, etc. de Japón, todo lo necesario para vuestros amigurumis: lana, ojos de seguridad, relleno, etc.

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